¿Sabes cuántas veces, niña?
¿Sabes cuántas veces he deseado
tomarte por la cintura ya madura
y besarte esos ojos
fríos de luna?
¿Sabes cuántas veces he visto
pasar las aves
cuando las lunas son soles
y los soles son padres?
¿Te imaginas cuántas?
¿Sabes qué veces miraba yo al cielo
pensando en tu vientre
encendido y amable?
¿Sabes qué veces de las totales?
¿Sabes cuántas veces
narraba con los ojos
abiertos y graves
las caídas abruptas
de tus labios suaves?
Pues claro que no lo sabes.
¿Sabes cuántas veces
me asía a la idea
del temblor repentino
de tu amor por la tarde?
¿Sabes cuántas veces
el suspiro de tu aliento
me endulzó el recuerdo
de las cosas más banales?
Pues claro que no lo sabes.